El corte sufrido por los ordenadores de Amazon el pasado abril ha hecho ver a las empresas que la nube no ofrece garantías. En contrapartida a la escalabilidad sin precedentes y comodidad de la computación en nube, hay un aspecto en el que se queda corta: la fiabilidad.
Todos los principales proveedores en nube, como Salesforce.com, Microsoft y Google, han experimentado interrupciones. A pesar de que las interrupciones ponen a las empresas en un gran riesgo, los proveedores en nube todavía no ofrecen garantías a toda prueba. En su así llamado “contrato de nivel de servicio”, Amazon afirma que si sus servicios no están disponibles durante más de un 0,05 por ciento a lo largo de un año (alrededor de cuatro horas) abonará a sus clientes un crédito “equivalente al 10% de su factura”. Algunas voces dentro de la industria opinan que las nubes públicas como Amazon deberían tener como objetivo una disponibilidad del 99,999 por ciento, o un tiempo de inactividad de tan solo unos cinco minutos al año.