En nueve años, un estudiante de doctorado podrá convertirse en investigador funcionario con plaza fija, según el borrador de la nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación que el Gobierno envió ayer a los agentes sociales, las comunidades autónomas y miembros de la comunidad investigadora. La normativa propone que los investigadores tengan un contrato laboral con derecho al paro y cotización a la Seguridad Social desde el primer año.
La nueva carrera científica elimina las becas con las que hasta ahora se financiaba a miles de investigadores. Ahora, los investigadores que deseen cursar el doctorado firmarán un contrato temporal desde el primer año. El modelo anterior era el 2+2, dos años de beca y dos con contrato laboral. Durante los años de beca, los investigadores no tenían derecho al paro ni a la baja de maternidad ni por accidentes laborales.