El encerado y la tiza son dos materiales en vías de extinción si hacemos caso a los vaticinios de los expertos en Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC), que señalan como nueva especie dominante en la pared de una clase la pizarra digital (ordenador con un video-proyector) y, un paso más allá, la pizarra digital interactiva (PDI), que permite subrayar, dibujar, tachar o cambiar de posición los elementos que se proyectan sobre el tablero, ya que éste es capaz de detectar la posición y presión de un puntero.
“Supone abrir una ventana a Internet, y que profesores y alumnos compartan, expliquen y discutan trabajos y documentos, y realicen actividades de aprendizaje en grupo”, enfatiza Pere Marquès, doctor en Pedagogía de la Universidad Autónoma de Barcelona, que ha investigado durante dos años (de 2006 a 2008) el potencial educativo de la PDI con 400 docentes de 60 centros de primaria, ESO y bachillerato. Y su importancia en la necesaria alfabetización digital de la escuela