La nube -un conjunto de servidores alojado en Internet- no es ni ciencia ficción ni algo exclusivo de las grandes multinacionales. Cuatro de cada diez compañías españolas ya utilizan alguno de sus múltiples servicios (correo o almacenamiento de información, por ejemplo) en su día a día, según la empresa de investigación de mercados IDC. Sin embargo, la cifra baja estrepitosamente si nos centramos en las más pequeñas. Casi un cuarto de las que tienen menos de 100 empleados está valorando esta posibilidad; el resto ni se la plantea. ¿Cuál es la causa? Los pequeños empresarios creen que no les ofrece la seguridad ni la privacidad necesaria, pero, si el proveedor es de confianza, en realidad ésta es mucho mayor que las fórmulas tradicionales.
Se aconseja a las pymes el uso de nubes públicas, es decir, aquellas en las que varios clientes acceden a un servicio facilitado por proveedores externos, que son los propietarios de ese sistema. Esto no significa que todo el mundo pueda entrar en esta información, ya que el acceso es totalmente independiente y está protegido ante ciberataques. Las nubes públicas evitan realizar inversiones de capital, garantizan el acceso a las últimas soluciones (sin necesidad de pagar licencias o actualizaciones) y la seguridad es mayor a la que la propia empresa puede implementar. Sin embargo, cada día hay más pymes que se animan a imitar a las multinacionales y están construyendo nubes propias, en las que facilitan el acceso a diferentes recursos a empleados, socios y proveedores. Para abaratar costes, combinan estas clouds privadas con las públicas, creando un sistema híbrido, totalmente adaptado a sus necesidades.
¿Que beneficios aporta la nube?
- Las empresas que usan la nube obtienen una mayor flexibilidad en el acceso a los recursos tecnológicos. En la mayoría de los casos se accede a ellos a través de opciones similares al alquiler, por lo que, si la pyme no está convencida de su utilidad, puede darse de baja. Esto hace que se atrevan a probar nuevos productos o servicios, ya que se elimina la obligatoriedad de comprarlos.
- Ayuda a reducir costes operativos y de capital, puesto que no es necesaria una inversión inicial muy grande para tener acceso a todas las funcionalidades. El uso del cloud computing es escalable, lo que permite pagar sólo lo que se usa, no lo que se vaya a utilizar en un futuro. A medida que la empresa crece, va contratando poco a poco más servicios.
- Mejora la agilidad, el crecimiento y la rentabilidad de un negocio. La pyme no tiene que invertir ni tiempo ni dinero en desarrollar nuevas tecnologías de la información, ya que es el proveedor de estos servicios el que ha hecho la inversión para ofrecérselas
- Facilita la expansión internacional de las empresas, ya que las soluciones que se encuentran en la nube están disponibles en cualquier lugar del mundo en el que la pyme opere. Con ello, se evita tener que desplegar cierta infraestructura o instalar determinado software, puesto que buena parte de ello se gestiona de manera remota.
Expansion (30/06/2015)
http://www.expansion.com/pymes/2015/06/30/5592cad622601d7a2a8b45b0.html