Los procesos de innovación son cada vez más acelerados en un mundo vertiginoso, y más vale llegar lo antes posible por si fuera necesario. Esto es lo que han debido pensar desde El Corte Inglés para registrar el nombre de lo que podría convertirse en una criptomoneda, el Bitcor.
En un juego de palabras con la más popular de las criptodivisas, el bitcoin, la compañía regida por Marta Álvarez registró el pasado mes de marzo tanto ese nombre como la locución “Bitcor El Corte Inglés”. Ambas marcas están siendo tramitadas en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO, por sus siglas en inglés).
En la clasificación de actividad del registro, El Corte Inglés concreta que sería para el ‘tipo 36’, que recoge “servicios financieros, monetarios y bancarios; servicios de seguros, asuntos inmobiliarios”.
De esta forma, el Bitcor podría llegar a ser desde una criptomoneda propiamente dicha a una unidad de pago exclusiva para el establecimiento (como los antiguos Dólares Disney que se usaban en los parques temáticos de Mickey Mouse), o servir como una tarjeta de puntos descuento para futuras compras, entre otras muchas posibilidades.
Esto no quiere decir, al menos por el momento, que El Corte Inglés planee acceder de forma inminente al mundo de las criptodivisas ni desde luego sería la primera gran compañía en hacerlo. La cadena de supermercados Walmart ya presentó un registro de patente en 2019 bajo el nombre de WalmartCoin, que tendría paridad con el dólar y que facilitaría el pago a los clientes en los establecimientos.
Además, JP Morgan lanzó el pasado año su criptodivisa -patentada también en 2019- que sirve como moneda de pago y de depósito. El banco llevaba desde 2017 probando una red de información interbancaria basada en el blockchain.
Más ambiciosa era la idea de Facebook, que anunció su criptomoneda Libra -hoy llamada Diem- como un sistema de pagos online, con un sistema de cadena cerrado -al contrario que el bitcoin, con un blockchain abierto-. Las dudas de los organismos reguladores sobre la posición de dominancia de la red social y el uso de los datos personales ha hecho que a día de hoy siga sin ver la luz a pesar de las cesiones que el proyecto ha ido haciendo para evitar suspicacias.
A inicios de este año se habían registrado en el planeta al menos 4.000 criptomonedas y su capitalización se acerca actualmente a los 2,5 billones de dólares, más que el PIB de Italia o el triple del valor bursátil de Visa y MasterCard sumadas.
EL ECONOMISTA (09/05/2021)
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