Gracias -o por culpa- de los nuevos tiempos pandémicos, algunas de las relaciones con la Administración se han agilizado y ahora, por ejemplo, en casi todas las gestiones puedes pedir una cita previa, lo que ayuda bastante a no tener que perder toda una jornada esperando a que te atiendan. También se ha avanzado a la hora de cumplimentar ciertos trámites, que se han digitalizado y te permiten hacerlo cómodamente desde el ordenador y sin tener que desplazarte.
Esa transformación tecnológica es a la que deben ir y a la que están yendo los servicios públicos, y si bien a nuestro Gobierno se le llena la boca hablando de la “robustez” de la Administración digital española, como la califica la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, todavía nos queda camino por recorrer: incluso ella misma admite que es necesario “mejorar la experiencia de usuario”.
Pero hay luz al final del túnel: a finales de septiembre, Artigas informó de primera mano que la Carpeta Ciudadana, el espacio que facilitará la relación de la población con las administraciones públicas, estaría disponible para su uso en teléfonos móviles en un plazo inferior a tres meses. Este anuncio nos pone hoy por hoy en la cuenta atrás para que tengamos en nuestro smartphone la que podría ser la clave para poner fin a largas y pesadas esperas para cumplir con una gestión burocrática.
La Carpeta Ciudadana es un desarrollo de la Administración que permite a las personas “de una forma ágil y sencilla, sin necesidad de registrarse y en un solo clic”, conocer los expedientes que tiene abiertos en los distintos organismos, sus asientos registrales entre administraciones o sus datos en poder de la Administración.
Para acceder a la Carpeta Ciudadana y operar en ella será suficiente con disponer de DNI electrónico o Certificado Digital en vigor, clave PIN o clave permanente. Será accesible a través de la sede electrónica del PAGe de la Administración General del Estado.
La secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial subrayó algo importante cuando aseguró que antes de que acabase 2021 tendríamos en nuestro móvil la Carpeta Ciudadana: que la Administración pública tiene que guiarse por tres máximas en su relación con la ciudadanía, como son “no molestar ni estorbar, promover y catalizar los cambios e innovar”.
En este sentido, Artigas apuntaba que para cumplir la primera de esas metas están analizando los diez principales trámites que realizan empresas y ciudadanos con la Administración para volverlos lo más eficientes posibles.
Pero donde más hincapié hizo Artigas fue en la parte de catalizar todos esos cambios que se están produciendo. Así, defendió que “la Administración digital española es muy robusta”, como se demostró durante los meses más duros de la crisis sanitaria, en los que “al igual que no cayó Netflix, tampoco lo hizo la Administración”.
A lo que se refería la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial es a que, en plena explosión pandémica, las cifras de la relación digital de la Administración con los ciudadanos alcanzaron niveles nunca vistos: se elevaron un 500% los trámites online, que pasaron de 5.000 a 90.000 de un día para otro, y se multiplicaron por diez los certificados digitales.
“Ha sido una explosión de la noche a la mañana y los sistemas han aguantado”, afirmaba Artigas, quien, sin embargo, admitía que el gran fallo de la Administración digital está en la experiencia de usuario, ya que son “sistemas antiguos que han envejecido mal”.
Con eso en mente, el objetivo de la Carpeta Ciudadana es, ‘sencillamente’, mejorar la relación con la Administración, de manera que sea una iniciativa con la que el Gobierno pueda “seguir avanzado en el proceso de digitalización del sector público español con un especial foco en mejorar la usabilidad de sus servicios”.
20 MINUTOS (16/11/2021)
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