Entre las principales opciones para el sector de la automoción, y que ya gozan de respetables niveles de éxito demostrado, se encuentra el del bioetanol. Un compuesto químico que se obtiene a partir de la fermentación de los azúcares procedentes de cultivos, especialmente de las explotaciones de maíz y de caña de azúcar. Es precisamente esta última la que ya goza de unos mayores niveles de implantación en países como Brasil dónde, desde hace 30 años, se ha estado apostado por el desarrollo de esta industria y, desde el año 2007, la mayoría de los coches montan motores bivalentes, también conocidos como “flex”, que permiten mezclar cualquier proporción de gasolina y bioetanol para su funcionamiento.
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Dentro de esta lucha por buscar una alternativa sostenible y barata frente a los combustibles fósiles también participa España. En nuestro país, uno de los principales pioneros en esta materia es Al Costa y su empresa Alkol, que desarrolla especies híbridas derivadas de la caña de azúcar que resulten cultivables y rentables en territorio nacional.
Aprovechando su experiencia de más de 20 años en el sector de biocombustibles en Brasil, Al Costa ha decidido regresar a España para explotar aquí sus conocimientos aprovechando además las normativas en el sector de los biocombustibles que la Unión Europea establece para el año 2020. «La UE ha establecido que, a partir del año 2020, sólo el 7% de la producción de biocarburantes puede provenir de la caña de azúcar», explica Costa. «Además, la posición geográfica de España y sus características climáticas hacen imposible que el cultivo de la caña de azúcar pueda hacerse con garantías en la península, salvo en zonas donde se ha explotado tradicionalmente como las localidades granadinas de Motril y Salobreña, donde su cultivo tiene una historia de más de 1.000 años de antigüedad», añade.
El Mundo (29/07/2014)
http://www.elmundo.es/economia/2014/07/28/53d2a1d3e2704ea31e8b4590.html