En 2004, las empresas financiaban el 48% del total de las inversiones de I+D. Ahora, debido en parte a que el Estado ha aumentado su gasto pero también al estancamiento de las inversiones en el sector privado, las empresas representan sólo el 45,50% del total, de acuerdo a los datos del ejercicio 2007, los últimos disponibles.
La cifra es muy negativa en cuanto a que nos separa de los objetivos marcados en la Agenda de Lisboa, destinados a lograr la convergencia con Europa. El propósito era llegar, en 2010, al 3% dedicado a la investigación e innovación, para lo cual el sector privado debería responsabilizarse de dos tercios de esta inversión.
En 2007, el descenso fue especialmente marcado, hasta situarse en el actual 45,50%. Se puede concluir, por tanto, que el aumento de la inversión estatal experimentado durante los últimos años no se ha visto correspondido por un esfuerzo similar en el ámbito privado. «No significa que no haya incrementado la financiación, pero la cuota [empresarial] ha bajado», aclara Segura.