Microsoft y OpenAI rediseñan su alianza: fin de la exclusividad y vía libre hacia la bolsa

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Microsoft y OpenAI han anunciado una redefinición profunda de su acuerdo estratégico, eliminando las limitaciones que restringían la capacidad de la creadora de ChatGPT para captar inversión o acceder a recursos de computación fuera del ecosistema de Azure. Este cambio marca un punto de inflexión en la evolución de OpenAI, que pasa de ser un laboratorio semibenéfico a posicionarse como una corporación tecnológica global con libertad operativa y aspiraciones bursátiles.

De organización sin ánimo de lucro a empresa de beneficio público

OpenAI, fundada en 2015 con el objetivo de desarrollar inteligencia artificial segura para la humanidad, da un paso decisivo hacia un modelo corporativo híbrido. La nueva estructura, denominada OpenAI Group PBC, se configura como una corporación de beneficio público controlada por la Fundación OpenAI, pero con la flexibilidad de una empresa tradicional.

El CEO Sam Altman considera que este cambio permitirá a la organización atraer el capital necesario para acelerar el desarrollo de la IA avanzada y construir centros de datos de nueva generación. En declaraciones recientes, Altman aseguró que una oferta pública inicial (OPI) es “el camino más probable” para financiar los ambiciosos planes de expansión.

“Ahora podemos tomar esta tecnología y esta base de usuarios para permitir que el mundo construya sobre ella nuevas empresas y servicios”, afirmó Altman.

Un nuevo equilibrio con Microsoft

Desde 2019, OpenAI mantenía con Microsoft un acuerdo de exclusividad computacional que, si bien impulsó su crecimiento, también generó fricciones conforme el uso de ChatGPT escalaba. Con la reestructuración, OpenAI recupera autonomía para contratar capacidad de cómputo en otros proveedores, aunque Microsoft seguirá siendo su socio estratégico principal.

La compañía dirigida por Satya Nadella conservará un 27% de participación en OpenAI Group PBC, valorada en unos 135.000 millones de dólares, tras una inversión acumulada de 13.800 millones. Además, OpenAI seguirá compartiendo hasta un 20% de sus ingresos con Microsoft durante los próximos años, acuerdo que finalizará cuando un comité independiente determine que la empresa ha alcanzado la inteligencia artificial general (AGI).

Pese al fin de la exclusividad, ambas partes mantendrán una colaboración operativa hasta al menos 2032, con un compromiso de OpenAI de adquirir 250.000 millones de dólares en servicios de Azure.

El plan de Altman: IA a escala planetaria

El nuevo marco financiero permitirá a OpenAI ejecutar un plan de infraestructura sin precedentes: construir centros de datos con capacidad de 1 gigavatio por semana, reduciendo su coste estimado a 20.000 millones de dólares por unidad, frente a los 50.000 millones actuales. En total, la empresa proyecta invertir 1,4 billones de dólares para alcanzar los 30 gigavatios de potencia en los próximos años.

El movimiento ha generado entusiasmo en el sector. Jensen Huang, CEO de Nvidia, afirmó:

“Si OpenAI sale a bolsa el próximo año, no me sorprendería. Podría ser una de las OPI más exitosas de la historia.”

La Fundación OpenAI, presidida por Bret Taylor, mantendrá el control del grupo con una participación del 26% y la potestad de nombrar al consejo de administración. Sam Altman, en cambio, no recibirá acciones en la nueva entidad y mantendrá su sueldo anual simbólico de 76.000 dólares.

IT USER (29/10/2025)

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