Desde que en 1969 Armstrong y Aldrin, los astronautas de la misión espacial Apolo 11, dieran los primeros pasos del hombre en la Luna, la carrera espacial ha experimentado numerosos e increíbles avances. Hasta el punto de que cada vez está más cerca una realidad soñada por muchos, el turismo espacial. Los principales responsables de esto son un grupo de millonarios y sus empresas privadas como Elon Musk con SpaceX, Sir Richard Branson con Virgin Galactic y Jeff Bezos, fundador del gigante Amazon, con Blue Origin.
En esta loca carrera por llevar a personas al espacio, para que puedan gozar de la ingravidez y una de las más increíbles vistas de nuestro planeta, es SpaceX quien, de momento, lleva la delantera. Fue pionera en este mercado, al convertirse hace una década en la primera compañía privada que firmó acuerdos de colaboración y reabastecimiento con la agencia espacial estadounidense. La semana pasada ratificó su condición de líder al hacer oficial junto con la NASA, la firma de un contrato que lleva a la empresa de Elon Musk a ser el proveedor oficial de esta agencia para llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional, junto a Boeing con su sistema de transporte espacial CST-100, otro proveedor de la agencia norteamericana.
El contrato de SpaceX con la NASA ejemplifica la apertura comercial de la exploración espacial, o por lo menos, el intento de que no sea tan caro con la ayuda de varias empresas. Tanto SpaceX, Boeing o Blue Origin ya están colaborando con la agencia espacial estadounidense, aunque esta última no ha logrado tanta atención porque su cohete ha sido el último en llegar.
Si bien, Blue Origin ha logrado un mito al al tener el primer cohete capaz de transportar humanos al espacio y volver para ser reutilizado. El martes, su cohete New Sephard lograba aterrizar sin un rasguño en su base del sur de Texas. El aparato que se elevó más de 100 kilómetros, alcanzando una velocidad de Mach 3 lanzó una cápsula, vacía, que en el futuro albergará hasta seis pasajeros que podrán flotar durante 4 minutos en el espacio. Esto hace que posea uno de los componentes más importantes para solventar el gran problema de los viajes turísticos al espacio, su coste.
La empresa, fundada por Bezos en el año 2000, ha tardado más de una década en crear este cohete, que lo cambia todo en la carrera por el negocio de los viajes comerciales al espacio, al poseer uno de los componentes más importantes para solventar el gran problema de los viajes turísticos al espacio, su coste. Pero aún tardará varios años en lograr que personas viajen al espacio.
El Confidencial (25/11/2015)
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2015-11-25/el-plan-del-fundador-de-amazon-para-conquistar-el-espacio_1106201/