Investigan la utilidad de la tecnología de ARNm contra el cáncer

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La directora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, Lourdes Ruiz Desviat, ha repasado las investigaciones sobre el ARNm previas al hallazgo de las vacunas. “La científica húngara Katalin Karikó en los años 90 del siglo pasado propuso la ARNm como molécula terapéutica, pero tuvo muchas dificultades para encontrar financiación para investigarlo”. Finalmente, los trabajos de la bioquímica, entonces profesora en la Universidad de Pensilvania, han servido, décadas después, para el éxito alcanzado por la compañía alemana BioNTech y la estadounidense Moderna con las vacunas frente al Covid.

Por otro lado, Pfizer llevaba tiempo investigando en vacunas con tecnología de ARNm, en concreto, desde la epidemia de gripe A de 2008. “Poco después, en 2013, ante la epidemia de gripe aviar, ya fueron capaces en solo ocho días de obtener la prueba de concepto, produciendo el ARN que sintetizaba la proteína y que iba a servir para producir anticuerpos. Ahora es cuando han podido aplicar todos esos conocimientos”, ha expuesto Ruiz Desviat, durante un encuentro sobre el futuro de las aplicaciones del ARN, organizado por la Fundación Ramón Areces y la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM), y moderado por Enrique Viguera Mínguez, profesor de Genética de la Universidad de Málaga.

Con la plataforma terapéutica basada en ARNm la industria farmacéutica ya se está explorando el desarrollo de una vacuna universal frente a la gripe, así como de inmunizaciones contra el virus del sida (VIH), el citomegalovirus, los virus del Ébola y de Zika, y contra la malaria y la tuberculosis, por mencionar algunos patógenos.

El ARN mensajero contiene las instrucciones para sintetizar una proteína de forma que si hay un problema con alguna proteína en nuestro organismo puede hacer llegar la nueva “receta” a la célula. Pero no es la única pequeña molécula de la familia ARN que alberga esas habilidades terapéuticas. “En los últimos años, ha habido un gran desarrollo de los oligonucleótidos antisentido, ARN de interferencia o aptámeros para tratar enfermedades de muy diversos tipos: desde las genéticas, para las que se desarrollaron inicialmente, al cáncer y la hiperlipidemia”.

De hecho, el objetivo inicial de la biotecnológica Moderna era aprovechar el potencial de la modificación del ARNm para elaborar tratamientos genéticos, y así lo plasmó en su nombre, un acrónimo que juega con las palabras modifiedRNA (ModeRNA).

Otro de los campos más prometedores para esta plataforma tecnológica es el del tratamiento del cáncer, donde ya hay estudios clínicos en fases iniciales. La inmunoterapia (por la que se recurre al propio sistema inmunitario para acabar con las células tumorales) se ha consolidado frente a diversos tumores. Con las vacunas basadas en ARNm el objetivo es utilizar estas moléculas para enseñar a las células inmunitarias a actuar frente a antígenos concretos de los tumores.

La estrategia, como ha explicado María de la Fuente Freire, de la Unidad de Nano-Oncología del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela, puede incluso hacerse de forma personalizada, mediante técnicas de secuenciación masiva del tejido tumoral de un paciente para determinar antígenos concretos y poder así desarrollar una vacuna específica.

Puesto que “los tumores son dinámicos”, ha recordado De la Fuente, “es importante estudiarlos en tiempo real” para adaptar la inmunoterapia al momento en que está la enfermedad.

EL MUNDO (04/06/2021)

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