Parece que se cierra un capítulo de uno de los culebrones de Silicon Valley más relevantes de 2023, al menos, por ahora. OpenAI ha confirmado la noche del martes que Sam Altman, uno de sus fundadores, vuelve al puesto de consejero delegado. El anuncio llega solo cinco días después de que el ejecutivo, uno de los protagonistas más significativos del bum que vive la inteligencia artificial en Estados Unidos, fuera despedido por su consejo de administración y, después, fichado por Microsoft, uno de los accionistas de la compañía.
La empresa ha admitido en las redes sociales que hay un acuerdo, pero todavía no está todo dicho. La compañía se había enfrentado a muchas presiones de sus inversores, principalmente Microsoft, quien cuenta con una participación de 13.000 millones de dólares, para que Altman volviera a sus filas. La presión no solo vino del mundo de las finanzas. Los empleados e ingenieros de OpenAI firmaron una carta apoyando al consejero delegado tras su sorpresivo despido en la tarde del viernes. En el documento, firmado por 770 trabajadores, se exigía la vuelta de Altman al consejo de la compañía.
Altman fue despedido el viernes por sorpresa como consejero de la empresa por “pérdida de confianza”. Sin embargo, el caos desatado en la compañía, con muchos empleados e inversores reclamando la vuelta del fundador, hizo tambalearse al consejo que había decidido el despido. Finalmente, Altman ha podido con los consejeros y vuelve reforzado a su puesto. Incluso ha logrado que cambie la composición de la junta que le despidió.
EL PAÍS (22/11/2023)
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