El CES, por primera vez, arranca de forma virtual

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La primera infección por COVID-19 se detectó en la provincia china de Wuhan en diciembre de 2019 pero, en enero de 2020, la mayor parte del mundo aún no había oído hablar del virus. Se consideraba simplemente una oleada algo atípica de neumonía en la región. Como en cualquier otro año, por tanto, cientos de miles de personas viajaron a la ciudad de Las Vegas, en EE.UU., para visitar la que se considera la feria de tecnología más importante del año, el Consumer Electronics Show, y más conocida por sus siglas, CES.

La organización del CES aún albergaba esperanzas de que en enero de 2021 la cita pudiera celebrarse en formato presencial, pero a mediados de 2020 quedaba claro que esta feria tampoco se salvaría. El lunes arranca oficialmente la cita y, como muchos otros eventos de los últimos meses, lo hará en un formato 100% virtual.

El formato será atípico pero el contenido no. Como en otras ediciones, buena parte del CES de 2021 girará en torno a la imagen, con nuevas pantallas y tecnologías destinadas a los televisores. La evolución hacia la resolución 8K (el siguiente paso en pantallas de gran tamaño) tendrá como complemento toda una serie de nuevas tecnologías de retroiluminación destinadas a mejorar el contraste y brillo de los dispositivos.

A QLED, marca comercial que Samsung usa para su tecnología de retroiluminación y filtrado de luz LED en las pantallas, se unirá este año la tecnología QNED de LG, que utiliza puntos de luz LED mucho más pequeños (comúnmente conocidos como Mini LED) y que por tanto permite controlar mejor el contraste en las imágenes. Casi 30.000 fuentes individuales de luz permitirán a estas pantallas ofrecer un rango de brillo y contraste que rivalizará con el de otra tecnología ya conocida y en el mercado, OLED, pero que resulta difícil escalar y fabricar en grandes cantidades.

Esta misma tecnología basada en Mini LED estará también detrás de una nueva generación de QLED que Samsung ha bautizado como Neo QLED (sí, es confuso) pero también la veremos a lo largo de 2021 en monitores de PC.

Hablando de PCs, 2021 será un año complejo para Intel, pero también una oportunidad para redimirse tras una generación de procesadores que parece haberse estancado justo cuando sus competidores se muestran más competentes.

Apple lanzó a finales de 2020 sus primeros procesadores para Mac basados en arquitectura ARM, los M1, que han sido muy bien recibidos, y AMD encadena varios éxitos, sobre todo en procesadores destinados al sector gamer, uno de los pocos nichos dentro del mercado de la informática que está en expansión. Este año, además, Qualcomm aspirará a tener un mayor protagonismo dentro de la informática tradicional, con nuevas líneas de procesadores también basados en ARM pero específicamente enfocados a máquinas de gran tamaño y no solo a teléfonos y tabletas.

Durante el CES varios fabricantes de PC, como Dell, lanzarán nuevas máquinas basadas en la 11ª generación de procesadores de Intel, y manteniendo la apuesta por formatos flexibles que transforman los portátiles convencionales en tabletas.

Tal vez como consecuencia de la pandemia, muchos están dedicando más atención a las funciones de videoconferencia y la calidad de las webcams, que ahora se han vuelto imprescindibles para el trabajo remoto. El Latitude 9420 de Dell, anunciado hace sólo unos días, incluye por ejemplo una cámara con una cortinilla física integrada que bloquea la visión de la webcam cuando no está en uso durante una videoconferencia y varios altavoces y micrófonos diseñados específicamente para mejorar la experiencia de audio durante una llamada de Zoom o Teams.

EL MUNDO (10/01/2021)

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