Zero 2 Infinity, la baza española al espacio

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No solo empresas estadounidenses y británicas como Moon Express (que acaba de recibir luz verde de EE UU para realizar la primera misión espacial privada a la Luna) o Virgin Galactic (que ha obtenido la licencia para transportar turistas espaciales) tienen metas ambiciosas para ejecutar fuera de la Tierra. También la catalana Zero 2 Infinity trabaja desde hace seis años para alcanzar objetivos como llevar a personas al borde del espacio (a entre 30 y 40 kilómetros de altura) en globo, para fines científicos y turísticos.

Pero entre tanto esto llega, la compañía española –que tiene ya varios clientes en la lista de espera para sus vuelos espaciales, los cuales han abonado un depósito inicial de 10.000 euros– ha alcanzado un primer hito. Se ha convertido, según explica, en la primera empresa privada de Europa en comercializar el transporte de nanosatélites empleando globos estratosféricos monitorizados desde la Tierra en tiempo real. El pasado 20 de mayo, elevó con éxito hasta el borde del espacio un pequeño satélite de observación terrestre de la empresa española Aistech, una de cuyas misiones es detectar incendios con sus cámaras de infrarrojo. El lanzamiento se llevó a cabo desde Barcelona, donde Zero 2 Infinity posee una de sus bases de operaciones. La otra está en Córdoba, y planea contar con una tercera en Canarias.

La firma, fundada en Barcelona y pilotada por José Mariano López-Urdiales, cuenta con 30 socios en su capital, entre ellos La Caixa y Ultramagic, el líder mundial en globos aeroestáticos. La firma ha empezado a vender sus servicios de certificación y validación de componentes y pequeños satélites en el borde del espacio. “Queremos transportar cargas de nuestros clientes a zonas próximas al espacio donde pueden probar materiales y equipos en un entorno con características de temperatura, vacío, radiación similares a la espaciales”, dice el empresario.

Los servicios de vuelos suborbitales que la empresa comercializa incluyen la grabación de contenidos (imágenes, vídeos), la transferencia de datos al cliente en tiempo real y la sensorización de la carga (control de temperatura, vibración, humedad). Todo el material es recuperable y existe la posibilidad de personalizar el servicio según las necesidades de cada cliente. Zero 2 Infinity ya factura cerca de un millón de euros y cuenta entre sus clientes con Gobiernos, una gran empresa aeroespacial, otra de telecomunicaciones, además de la citada Aistech. “Queremos posicionarnos como un referente en esta industria de lanzadores de microsatélites, que se estima que moverá cerca de 4.000 millones de euros en los próximos años, y lo haremos desde España”, dice.

La compañía trabaja también en un nuevo proyecto, Bloostar, para poner en órbita antenas, paneles solares o pequeños satélites. Otras empresas, como la suiza S3 o Virgin Galactic, persiguen lo mismo –incluso enviar gente al espacio– pero usando aviones desde Tierra para el lanzamiento. Zero 2 Infinity, en cambio, empleará un lanzador híbrido: usará un globo para escapar de la atmósfera y un nuevo tipo de cohete patentado para ganar la velocidad necesaria para ponerlo en órbita. “Queremos poner cosas en el espacio usando una tecnología más ecológica y económica, y la estamos desarrollando internamente con ingenieros de Ucrania, EE UU, Francia y España”, explica López-Urdiales, que defiende que “hay muchas aplicaciones para las que los globos son una solución suficiente, como dar conexión a internet a muchas zonas de la Tierra, como está intentando hacer Google, o hacer turismo espacial. A 30 kilómetros de altura, la gente ya puede ver la Tierra azul y redonda”.

Según el directivo, con su propuesta híbrida –que estará lista para 2018– lograrán rentabilizar la inversión con tres lanzamientos al año, mientras su competencia necesitará muchas más, porque sus cohetes requieren muchas más energía y son más costosos de construir. “También nuestra propuesta será más económica para los clientes”, insiste el fundador de Zero 2 Infinity, que ve una ventaja a su modelo de negocio: “Nuestra estrategia nos permite generar ya ingresos con los lanzamientos suborbitales y estrechar relaciones con clientes futuros, pero nuestros rivales no ganarán dinero mientras no lancen sus satélites”.

Para López-Urdiales, el espacio vuelve hoy a estar de moda “y nuestros servicios dan acceso a él de un modo competitivo en un mercado en expansión”. Se estima que, en los próximos años, el mercado de los micro y nanosatélites seguirá creciendo de un modo exponencial hasta lanzar más de 3.000 pequeños satélites en menos de 10 años.

Cinco Días (07/08/2016)

http://cincodias.com/cincodias/2016/08/07/empresas/1470580743_871354.html

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