El riesgo de ignición o explosión a causa de una descarga electrostática es muy común en entornos laborales, especialmente en aquellos donde se manipulan materiales inflamables como gases o combustibles. La acumulación de cargas electroestáticas en el trabajador puede generar un riesgo que sólo se puede evitar disipando esa acumulación de electrones. El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja (CTCR) y la empresa riojana Garmaryga han desarrollado un nuevo calzado conductor que evita este peligro. A través del uso de geles conductores en la suela de la bota, han creado una conexión eléctrica entre el pie y el suelo que permite reducir la aglomeración de carga electrostática en el ser humano. A diferencia de la competencia, el sistema es válido para cualquier tipo de caucho y el fabricante no tiene que modificar su proceso productivo habitual.
Información complementaria:
Este gel conductor, formado por compuestos de tamaño nanométrico, presenta unas propiedades mecánicas que lo hacen «fácilmente manejable y moldeable». De hecho, este material es que se emplea habitualmente en medicina en ensayos de ultrasonidos y electrocardiogramas, mejorando la conductividad de la piel, evitando quemaduras e incrementando la calidad de la señal recogida. La incorporación de estos geles presenta grandes ventajas en el producto. Por un lado, se adapta mejor al caucho gracias a su flexibilidad. «Genera menos fricción con el material evitando que éste se agriete», señala García. Para confinar el gel en el piso, el CTCR ha ideado unos tapones de polímero conductor, un producto que presenta un desgaste «más bajo» que el de la propia suela, garantizando así la conductividad del zapato. Además, su viscosidad permite una «adaptación perfecta a las constantes deformaciones a las que la suela es sometida al caminar».
El Mundo (08/09/2014)
http://www.elmundo.es/economia/2014/09/08/540d6ee0268e3e1d298b4570.html