La startup de ciberseguridad española con filiales en EE.UU. y Reino Unido
Irius Risk es una startup de ciberseguridad la cual se ideó en una cabaña del Pirineo oscense por la española Crisina Bentué y el sudafricano Stephen de Vries. Crisina es experta en el desarrollo de negocio, mientras Stephen es un hacker ético que se ganaba la vida detectando fallos en los sistemas de seguridad de aplicaciones. Entonces, idearon un programa capaz de realizar de forma automática la tarea que Stephen desarrollaba.
La premisa es que una herramienta informática será segura si su arquitectura, confección, programación y desarrollo se hace teniendo en cuenta todos los agujeros que hay que tapar para evitar sustos mayores.
Para ello, han creado un software que automatiza el proceso desde el diseño inicial, desterrando el factor error humano y estandarizando las vulnerabilidades. Con esto han conseguido vender seguridad para aplicaciones financieras como JP Morgan, American Express, HSBC.
En 2015, BBVA les compró el producto, todavía en versión beta, y recibieron el primer premio del Instituto Nacional de Ciberseguridad a la mejor startup. Al año siguiente, con la empresa ya fundada, atrajeron con su versión alfa a grandes clientes como Inditex o la distribuidora farmacéutica McKesson. Desde entonces, llevan tres rondas de financiación: la primera fueron 1,5 millones de euros de fondos ibéricos; en la segunda, 6,8 millones, también entraron los estadounidenses, y en la última, de 28 millones, solo hubo americanos.
La empresa, de 155 personas, mantiene su sede en Huesca, donde ha implantado con éxito la jornada laboral de cuatro días. En el 2022 abrieron filiales en el Reino Unido y EE.UU. Hay otra en proceso en Australia. Ya tienen su primer cliente en Japón y otros potenciales en Singapur, pero su principal apuesta es EE.UU., donde piensan duplicar su actual plantilla (40 empleados) en un año.
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