La agricultura no ha tenido un gran desarrollo tecnológico en las últimas décadas. Es uno de esos sectores que avanzaron a pasos de gigante, como la automoción o la aviación, durante gran parte del siglo XX hasta alcanzar un satisfactorio estancamiento.
Cameron Lesson, que ha venido desde Australia al South Summit 2019, el evento tecnológico que se celebra esta semana en las instalaciones de La Nave en Madrid, pensó todo eso antes de iniciar su startup. Su propuesta ha sido aplicar la conducción autónoma a la maquinaria agrícola. “Hemos desarrollado un vehículo plenamente autónomo que sirve como sustituto del tractor”, explica Lesson, CEO y cofundador de thingc Robotics. Lesson explica que el objetivo de thingc Robotics es combatir los retos relativos a la mano de obra que tiene por delante el campo. “Los agricultores se esfuerzan por encontrar gente que trabaje con ellos y también tienen dificultades con el coste de la mano de obra, que está subiendo muy rápidamente. Desde luego, más rápido que los precios que ponen ellos”, recuerda Lesson.
El robot de la startup, que funciona con motor eléctrico, es aún un prototipo, pero ya ha demostrado su efectividad en pruebas reales. Es capaz de quitar las malas hierbas de forma precisa gracias a un sistema de inteligencia artificial, así como de fumigar únicamente donde sea necesario, ahorrando costes al agricultor y daños al medio ambiente. Una cámara y una serie de sensores le permiten diferenciar el cultivo de las malas hierbas. Es útil especialmente en plantaciones arbóreas, como un olivar.
La maquinaria agrícola autónoma no es una tecnología nueva. Hay otras startups que tienen sus propios vehículos, como FarmWise. Pero también se han lanzado a esta carrera robótica gigantes como John Deere o el japonés Kubota. Aunque normalmente el enfoque de todas estas empresas se centra en las grandes extensiones de terreno. Allí es donde se saca más rendimiento al coste de sus máquinas.
El proyecto de thingc Robotics trata de diferenciarse poniendo a los pequeños productores en el centro de su estrategia. Se han inspirado en los modelos de pago por servicio, de moda en el software, para crear una oferta atractiva para estos agricultores más modestos. “Creo que si podemos ayudar a la gente que aún quiere ocuparse de un terreno pequeño a traer estas eficiencias a través de la tecnología, podrán ser capaces de mantener su independencia”, subraya Lesson, quien destaca también la viabilidad de su robot en cultivos orgánicos. “En este tipo de cultivos no se pueden usar compuestos químicos para fumigar sus plantaciones, así que algunos cultivos orgánicos tienen aún a gente quitando las malas hierbas a mano. Los costes laborales son muy grandes”.
Lesson ha venido a España a buscar la financiación que le permita convertir su prototipo en un producto comercial. Pero si todo va bien espera también acudir en busca de socios locales que den servicio con sus máquinas. “España es evidentemente un mercado muy interesante. Hay mucha agricultura aquí. Hay muchos cultivos de árboles, como olivos, cítricos o viñedos”. Y esto a thingc Robotics le interesa.
El País (09/10/2019)
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