Un proyecto europeo ha desarrollado una tecnología que permitirá que un conductor circulando por una autopista se sume a un convoy de vehículos y entregue los mandos relativos a aceleración, frenado y conducción, a un camión o trailer que controla remotamente a todos los coches acoplados.
De esta forma, el conductor podrá leer un libro o ver una película mientras esté integrado en el convoy, pudiendo desprenderse de los demás vehículos en cualquier momento y recuperar su autonomía. Ahorro de combustible, reducción de accidentes por fatiga de los conductores y mejora del tráfico son las principales ventajas del sistema, cuyas pruebas comenzarán a realizarse en 2011, algunas de ellas en carreteras públicas españolas