Puede que no tenga armas ni el glamour de Hollywood, pero esta semana Corea del Sur se convirtió en el primer país en estrenar su propia versión de “RoboCop”: un guardia de prisiones totalmente automatizado, que promete aliviar a los gendarmes de las presiones de la vigilancia.
Se trata de un modelo construido por el Instituto de Investigación en Electrónica y Telecomunicaciones (ETRI) y la empresa SMEC, el cual posee cámaras capaces de ver en 3D y sistemas de comunicación inalámbricos en ambas direcciones, los que le permiten detectar, grabar y transmitir anormalidades en el comportamiento de los reos.