Nokia ya ha dado el paso y, con sus primeros dispositivos con Windows Phone en el mercado, es consciente de que sin apps para la plataforma no tiene mucho que hacer. Por ello, ha empezado a centrar sus esfuerzos en lograr convencer a los desarrolladores de que creen aplicaciones para la plataforma de Microsoft. Su primer movimiento ha sido contratar a un experto en relación con programadores para que lo logre.
El mayor reto de Nokia (y Microsoft) parece el de luchar contra iOS y sobre todo Android, para ello, barajan también la idea de ofrecer a los desarrolladores ayuda no solo para crear su código, sino también para lanzar sus negocios.