El nuevo concepto de WiFi permite multiplicar por seis el ancho de banda de la red corporativa (permite hasta 300 Mb/s de ancho de banda) y por cinco el número de usuarios que pueden acceder de manera simultánea a la red. Está orientado para las empresas que requieran una conexión rápida para aplicaciones críticas de negocio y aplicaciones de video y voz en IP en entornos con una gran cantidad de usuarios.
Hasta ahora este tipo de empresas con necesidades altas de conexión optaban por el cable, debido a la necesidad de instalar muchos puntos de acceso y a las interferencias producidas entre ellos si se instala una red WiFi. Además, en este tipo de redes se pueden ocasionar desconexiones por el modo en el que funcionan.