Google y la inmortalidad

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Para que un cliente consuma sólo hay una condición indispensable: que esté vivo. Y eso es algo que Google sabe bien. La inmortalidad es un sueño tan antiguo como el ser humano, y el en perseguirlo es el fundador y presidente de Google Ventures, Bill Maris. “Si me preguntaras si es posible vivir 500 años la respuesta sería sí”, afirma a Bloomberg.

Google Ventures invertirá este año 425 millones de dólares (casi 400 millones de euros) en nuevos proyectos, una cantidad que lo equipara a las mayores empresas de capital de riesgo de Silicon Valley. No en vano, esta rama del buscador fue el cuarto mayor inversor de EEUU en 2014. Así que será Maris quien decida a qué se dedica todo este dinero. Y lo tiene muy claro: “Las ciencias de la vida ya poseen las herramientas necesarias para conseguir cualquier cosa que se pueda imaginar”.

Y es que Google Ventures tiene la sagrada misión de que la empresa madre no se quede a verlas venir: Uber, Nest y Cloudera son algunos de los grandes éxitos de esta empresa. Pero Maris, sin menospreciar estos sectores, ha ido elevando las inversiones en ciencias de la vida del 6% de 2013 al 36% actual. “Hay un montón de millonarios en Silicon Valley, pero al final todos nos dirigimos al mismo lugar”, señala el inversor. Y como él mismo se pregunta: “Si te dan la posibilidad de elegir entre hacer un montón de dinero o conseguir que la gente viva más, ¿qué escogerías?”. El problema es que identificar aquellas startups prometedoras en el campo de la salud no es como encontrar una app a lo Tinder. Por suerte, Maris sabe de lo que habla.

Maris es un inversor con pintas de adolescente con nociones de biología, pues tiene un título en neurociencias. Sus intereses cubren la biotecnología, la genética y el transhumanismo. De hecho, es amigo personal del futurista Ray Kurzweil, que asegura que en 2045 las máquinas y los nanobots se habrán convertido en parte de nuestra biología para mejorar nuestros cuerpos. Estas son las apuestas de Google para lograrlo.

1. Calico, la ‘solución a la muerte’
Una de las apuestas más personales de Maris, cuya intervención fue crucial a la hora de fundar esta compañía. Nacida en 2013, su objetivo principal es el de revertir el envejecimiento y combatir sus enfermedades asociadas. Una meta ambiciosa que provocó que el buscador protagonizara una portada de Time bajo el título ¿Puede Google solucionar la muerte? Estas palabras fueron recogidas con escepticismo, hasta el punto de que Bill Gates calificó al buscador de egocéntrico por buscar alargar la vida de los más pudientes mientras “todavía existe la malaria”.

2. Google X, mucho más que Glass
De este laboratorio secreto de Google han salido proyectos tan prometedores como su coche autónomo y Loon, pero también decepciones como Glass. Pero las ciencias de la vida también son una parte importante de la iniciativa: a finales de 2014 anunciaron el desarrollo de unas nanopartículas que viajarían por nuestro torrente sanguíneo para detectar enfermedades como el cáncer. Para probar este tratamiento, el buscador también trabaja en una especie de piel sintética.

3. Foundation Medicine y su Google del cáncer
Esta startup, de la que Google Ventures posee un 4%, ha atraído todas las miradas este año, cuando la farmacéutica Roche anunció sus planes de hacerse con la mayor parte del pastel, invirtiendo 1.000 millones de dólares en ella, lo que hizo que sus acciones doblaran su valor al día siguiente. Esta joven empresa, fundada en 2013, desarrolla, fabrica y vende herramientas de diagnóstico del cáncer basadas en la información genética. Además, ha creado el Interactive Cancer Explorer, una especie de Google para oncólogos con el que estos profesionales pueden investigar, así como concebir los tratamientos más adecuados para sus pacientes.

4. Flatiron Health: hacia la medicina personalizada
Se trata de una de las apuestas más firmes de Google en la rama sanitaria. En la actualidad construye una plataforma en la nube para analizar información genética relativa al cáncer para combatirlo con big data. Y es que, a pesar de los millones de casos que se dan cada año, los investigadores tan sólo tienen datos de una pequeña parte de pacientes, lo que dificulta la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos para el resto. En otras palabras, Flatiron Health planea acelerar el desarrollo de la medicina personalizada.

5. 23andMe, la popularización de los análisis genéticos
La empresa de la lista que más titulares ha copado en EEUU (y fuera de él), aunque sólo sea por sus problemas legales. Google ha confiado en ella casi desde su nacimiento en 2006: en 2007 invirtió casi 4 millones de dólares en ella. 23andMe ofrece test genómicos al alcance de cualquiera. Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA por sus siglas en inglés) les prohibió en 2013 ofrecer sus servicios. El motivo era sencillo: la empresa da unos resultados genéticos online, y sin profesionales que expliquen los resultados personalmente, los pacientes podrían no entenderlos bien. No obstante, con o sin 23andMe, los test genéticos personales van a extenderse. Gracias a ellos podremos conocer mejor nuestros riesgos genéticos y llevar a cabo tratamientos preventivos.

6. DNAnexus y el internet del ADN
El objetivo de esta empresa es construir un banco global de información genómica utilizando la computación en nube. Una aspiración que recientemente la revista MIT Technology Review catalogó como una de las tecnologías emergentes de 2015 bajo el título del internet del ADN. Así, conforme las bases de datos genómicos puedan comunicarse a nivel mundial, los tratamientos médicos podrán beneficiarse de la experiencia de millones de pacientes. Una tecnología que, según la publicación, llegaría en un par de años.
El secreto de la inmortalidad se encuentra en la reparación del ADN, cuyo deterioro natural provoca la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento como el cáncer. Con estas empresas, Google pone su granito de arena en la carrera por lograr una vida más larga y mejor. No es de extrañar que Maris se aventure a decir que “en veinte años la quimioterapia parecerá tan primitiva como un telégrafo”.
El optimismo de Maris es recibido con escepticismo fuera de Silicon Valley. El principal problema es que los resultados de estas compañías son escasos. Al margen de la confianza que ha depositado Google en ellas, muchas de ellas todavía no tienen un producto en el mercado. Maris compara la situación actual con su iPhone 6: “Hace cinco años esto habría sido inimaginable. Hace veinte años no podrías haber hablado con nadie de esto”. Siguiendo su analogía, cabe preguntarse qué será imaginable dentro de unos lustros.

El Confidencial (10/03/2015)
http://bit.ly/1GCmgqo

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