En un entorno dependiente de la tecnología, el cibercrimen se mantiene como la principal amenaza a la que se enfrentan las compañías aseguradoras en todo el mundo, al igual que en la anterior edición del informe. Esto refleja la preocupación generalizada entre los directivos del sector por el impacto que los ciberataques pueden tener en las operaciones y en la continuidad de sus negocios, en relación con el robo de datos sensibles de clientes y con la reputación de sus compañías.
La regulación también repite como el segundo riesgo más citado por las compañías. En los últimos años, los retos derivados de la regulación se han multiplicado. Destaca la entrada en vigor de la IFRS 17, la regulación en materia de distribución de seguros y, más recientemente, la normativa de conducta, entre otras.
El cambio climático gana peso y se sitúa, por primera vez, en la tercera posición del ranking. Preocupa el aumento de la frecuencia y de la severidad de los desastres naturales con impacto en la industria aseguradora y reaseguradora.
Otros riesgos relevantes
La tecnología, en sentido estricto, y la posibilidad de que las aseguradoras no sean capaces de seguir el ritmo trepidante del cambio tecnológico cae una posición -de la tercera a la cuarta-.
La escasez de talento, la gestión del cambio, los efectos de un contexto geopolítico y macroeconómico volátil con altas tasas de inflación, y la reducción de costes son los riesgos que más posiciones han avanzado en la clasificación del informe.
Finalmente, el estudio pregunta a los directivos del sector cómo de preparados consideran que están para afrontar estas amenazas. De una escala de 1 -poco- a 5 -bien preparado-, la respuesta media de los entrevistados sitúa el nivel de preparación en 3,20 puntos, por debajo del 3,22 registrado hace dos años, lo que sugiere un ligero deterioro de la confianza que tienen las compañías de la industria para hacer frente a los desafíos que vienen
IT USER (05/10/2023)
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