Los Deepfakes en las elecciones de EE.UU.

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Llevamos desde 2010 escribiendo y hablando del potencial empresarial de la inteligencia artificial (IA). Para los economistas, ese potencial se traduce, esencialmente, en “aumentos de productividad en empresa y economía”. Dos apuntes: si nos remitimos a 2010 es porque la IA no nació con ChatGPT de OpenAI en 2022, sino que se remonta a 1950 y, segundo, que, de la misma manera en que los economistas han medido el impacto en productividad de las Revoluciones Industriales en Occidente, desde 1600 hasta hoy, también hay abundantes estudios empíricos, sobre el impacto en empresa y economía, de las tecnologías de la información, computación, movilidad, Internet y Digitalización.

Inteligencia artificial y redes sociales y desinformación

Ahora bien. Dejando de lado lo que la IA hace por las empresas, su democratización entre la población mediante chatbots, asistentes virtuales… ha tenido como consecuencia que, en las elecciones norteamericanas presidenciales, que se celebrarán el 5 de noviembre, la inteligencia artificial, propagada por las redes sociales (RRSS) haya ocupado un lugar de excepción en esta campaña electoral. Hemos dejado claro el análisis económico serio sobre la IA, realizado por economistas laureados con el nobel: porque queremos evitar juicios naifs y/o superficiales, que identifiquen la IA solamente con deepfakes y la desinformación. Al mismo tiempo, en estas elecciones norteamericanas ha habido mucha desinformación.

La afirmación de Jiménez Soler sobre la importancia de la desinformación, aplica a las elecciones norteamericanas de 2024, las más importantes desde 1972, según el tracking diario de Advice Strategic Consultants, para CNN. A escasos días de las elecciones (5 de noviembre), los dos candidatos están empatados en voto popular (48% cada uno). Elon Musk (Tesla, SpaceX, X, xAI, Neuralink…) apoya al candidato republicano, Donald Trump, con dinero y con presencia en actos públicos. Musk defiende que “cada voto cuenta”. Y, aunque el fundador de Tesla no sea experto electoral, su frase es acertada: al final del día, lo que va a dilucidar el resultado electoral será “un puñado de votos”. Especialmente, en los llamados “estados bisagra”, de los cuales destaca Pensilvania. Un puñado de votos

Es interesante notar que el 80% de norteamericanos no cree que las firmas Big Tech, tecnológicas/digitales, sean capaces de controlar los deepfakes generados por esas mismas empresas, para intervenir con falsas informaciones en el devenir de la campaña electoral. Así lo asevera un estudio reciente de Pew Research Center. La encuesta dice que 57% de estadounidenses “cree que la utilización de la inteligencia artificial (especialmente GenAI) en la campaña para producir desinformación, se intensificará”.

Docenas de miles de deepfakes hechos con inteligencia artificial Generativa (GenAI)

El más afectado por los deepfakes ha sido el campo republicano, con docenas de miles de vídeos, audios y falsas noticias generados con ChatGPT de OpenAI, con Google Gemini y otras muchas herramientas a disposición todos/as: Trump afirmando que Kamala Harris se inventa las multitudes en sus rallies electorales, mediante IA; Trump, bailando con Elon Musk al son de “Stayin’ Alive” de Bee Gees; Joe Biden incitando a los votantes de New Hampshire a que no vayan a votar; Barack Obama supuestamente enfadado porque los que intentaron matar a Trump dos veces “eran unos inútiles que desaprovecharon la oportunidad”; Kamala Harris fue trabajadora del sexo en Nueva York en los años ochenta. El suma y sigue, es infinito. Y todo son falsedades. Son mentiras. Pero, algunas, hacen mucho daño.

IT USER (29/10/2024)

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