Con la excusa de poder leer las conversaciones de Messenger de otras personas te piden que se ingrese la propia dirección de correo electrónico y la clave secreta. Así acceden luego a datos privados del incauto.
Todo comienza con un mensaje (en apariencia puede provenir de un conocido) que propone: “Descúbrelo todo viendo los historiales de conversación de tus amigos de MSN”. El servicio se ofrece como gratis, “100% seguro” y fácil de usar. El e-mail incluye un link a un sitio. Si se sigue ese enlace se llega a una página que pide -para proporcionar lo prometido- que se ingrese la dirección de correo electrónico y la contraseña propias. Sin embargo, las conversaciones privadas anunciadas nunca aparecerán; en su lugar, se acusa algún desperfecto momentáneo. Y el engaño está consumado: los datos ingresados ya fueron a parar a manos de los que gestaron el ardid.