Quedarse en casa, ir al cine o programar el DVD hace tiempo que han dejado de ser las únicas formas de disfrutar de las series o películas más populares del panorama audiovisual. Con el auge de los programas de intercambio de archivos y de las páginas de Internet que facilitan descargas directas, las productoras de cine y televisión no se enfrentan sólo a pérdidas millonarias y caídas de audiencia sino que deben diseñar estrategias para hacer todavía rentables sus productos.
La compañía estadounidense Big Champagne ha hecho público un estudio sobre las series y películas más descargadas vía torrent (a través de programas de intercambio de archivos P2P) en todo el mundo. Las cifras son millonarias y reflejan el dominio de la industria televisiva estadounidense en los gustos de los internautas de todo el planeta.