Los efectos de la COVID-19 también se notan en la industria de la electrónica de consumo, y de manera significativa. A pesar del pequeño pico de demanda que se ha producido en la venta de tabletas y ordenadores por la necesidad de trabajar y estudiar desde casa, 2020 será en general uno de los peores años en la historia reciente en lo que concierne a venta de ordenadores y smartphones.
La consultora Gartner estima que las ventas de PC caerán hasta las 235 millones de unidades, un 10% menos que las cifras -ya de por sí bastante malas- de 2019. SI se suman tabletas, Chromebook y otros dispositivos similares la cifra total alcanzará las 368 millones unidades, que también supone una caída significativa frente a los más de 400 millones de 2019.
En telefonía móvil las cosas no están mucho mejor. 2020 será un año extremadamente difícil. Gartner calcula que se venderán 1.400 millones de dispositivos, lo que representa una caída de casi un 15% con respecto a 2019. “La reducción de los ingresos disponibles hará que menos consumidores actualicen sus teléfonos. Como resultado, la vida útil de los teléfonos se extenderá de 2.5 años en 2018 a 2.7 años en 2020”, explica Ranjit Atwal, consultor en Gartner.
Hay algunas señales, sin embargo, que permiten ser optimistas. La consultora considera que casi la mitad de los trabajadores mantendrá algún grado de trabajo remoto tras la epidemia del COVID-19 y eso debería animar las ventas de ordenadores en 2021 y 2022, en especial equipos portátiles.
La llegada de 5G podría también servir de catalizador para la venta de más teléfonos en el futuro, aunque no en 2020. En total, se espera que sólo el 11% de los teléfonos vendidos en 2020 tengan compatibilidad con las nuevas redes de telefonía.
EL MUNDO (27/05/2020)
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