Crean el primer chip cuántico, clave para el futuro tecnológico

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Un grupo de investigadores australianos, dirigidos por la física Michelle Simmons, creó el primer chip cuántico de la historia.

Gracias a él, podrá analizarse incluso en la escala más pequeña el mundo que nos rodea.

La física cuántica explica el átomo, el enlace químico, las moléculas y la interacción de la luz con las partículas, pero cuenta también con importantes aplicaciones tecnológicas, como la labor con computadoras.

El chip cuántico de Silicon Quantum Computing está hecho con silicio, debido a la facilidad con la que se puede mantener controlado un qubit en él.

“Las computadoras clásicas de hoy luchan para simular incluso moléculas relativamente pequeñas debido a la gran cantidad de posibles interacciones entre los átomos”, afirmó Simmons en un comunicado citado por Information Age.

“El desarrollo de la tecnología de circuitos a escala atómica de SQC permitirá a la empresa ya sus clientes construir modelos cuánticos para una gama de nuevos materiales, ya sean productos farmacéuticos, materiales para baterías o catalizadores”.

Y advierte la investigadora: “No pasará mucho tiempo antes de que podamos comenzar a darnos cuenta de nuevos materiales que nunca antes habían existido”.

Simmons y sus compañeros tienen más de 20 años trabajando en la tecnología cuántica, y nueve específicamente en el chip cuántico mostrado esta semana en la revista Nature.

El equipo no solo creó el procesador cuántico funcional, sino que también lo probó exitosamente, modelando una molécula en la que cada átomo posee múltiples estados cuánticos, algo muy difícil de lograr con una computadora tradicional.

En 2012 se construyó el primer transistor cuántico: este es un dispositivo pequeño que controla las señales electrónicas, formando una parte de un circuito de computadora. Lo alcanzado por Simmons y compañía es un circuito integrado, mucho más complejo, ya que une varios transistores.

Para lograr el primer circuito integrado cuántico, explica la compañía en su portal, SQC requirió la realización de tres hazañas tecnológicas separadas de la ingeniería atómica.

Crear puntos tan pequeños de átomos de tamaño uniforme para que sus niveles de energía se alinearan y los electrones pudieran atravesarlos fácilmente.

Lograr la capacidad de ajustar los niveles de energía de cada punto individualmente, pero también de todos los puntos colectivamente, para controlar el paso de la información cuántica.

La capacidad de los equipos para controlar las distancias entre los puntos con precisión subnanométrica para que los puntos estuvieran lo suficientemente cerca, pero permanecieran independientes para el transporte cuántico coherente de electrones a través de la cadena.

“Uno de los santos griales siempre ha sido hacer un superconductor de alta temperatura”, señala Simmons en entrevista con Science Alert. “La gente simplemente no conoce el mecanismo de cómo funciona”.

Ahora se abre una nueva puerta en el mundo de la física cuántica. En pocos años, según subrayan los investigadores, se conocerán mayores resultados.

FAYERWAYER (24/06/2022)

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