En un futuro no lejano, cuando usted pida mostaza, será para llenar el depósito del coche y no para condimentar los perritos calientes. En la búsqueda de nuevas fuentes de energía que sustituyan a los combustibles convencionales, un equipo de investigadores en Argentina y otro en España estudian el potencial de dos especies de mostaza: la etíope (Brassica carinata) y la india (Brassica juncea).
Ambas poseen una considerable concentración de aceite y por consiguiente, un alto valor energético. Se calcula que en menos de un siglo ya no habrá gas suficiente para llenar una bombona y que para buscar nuevos yacimientos petrolíferos habrá que aventurarse en las aguas del Atlántico, a 200 kilómetros de la costa.