Un equipo de científicos de la Universidad de Strathaclyde, en Escocia, está desarrollando un sistema que permitirá capturar energía solar con sistemas recolectores situados en el espacio.
La energía recogida será posteriormente enviada a la Tierra, a través de microondas o lásers, cuyas frecuencias serán afinadas para evitar los riesgos asociados a estos haces.