Radar Covid, la aplicación española para el rastreo de la Covid-19, se habilitará en todas las comunidades autónomas durante las próximas semanas. Su utilidad depende de que la instale al menos un 20 por ciento de la población, lo que choca con las reticencias de algunos ciudadanos respecto a su privacidad (por mucho que sus responsables insistan en que toda la información se transmite anónimamente).
La aplicación se sustenta en el sistema articulado conjuntamente por Apple y Google, por el que somos notificados si pasamos más de 15 minutos cerca de una persona infectada (lo que ésta confirma mediante un código suministrado por las autoridades sanitarias).
Ahora, sendas tecnológicas dan un paso más allá con la instauración de notificaciones de exposición ‘exprés’, no supeditadas a la descarga de una aplicación. Este segundo sistema surge para facilitar el rastreo de infecciones en aquellos países sin software específico, donde la administración de turno seguirá obligada al procesamiento de la información mediante sus propios servidores.
El «Exposure Notifications Express» ya está disponible en iOS (a partir de la versión 13.7). Por su parte, los usuarios de Android 6.0 en adelante tendrán que esperar a finales de mes. Esto no tendrá implicación alguna para los españoles, quienes seguiremos dependiendo de Radar Covid para informarnos sobre nuestro grado de exposición al virus.
Google también ha anunciado el desarrollo de una aplicación genérica, más básica, para aquellos países que no puedan asumir el coste. Tan sólo deberán suministrar una serie de datos y configuraciones al gigante de Internet.
En estos momentos, más de 20 naciones cuentan con su propia aplicación para frenar la propagación del virus, algo que se ha demostrado eficaz en las pruebas piloto llevadas a cabo.
EL CORREO (07/09/2020)
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