El Ministerio de Cultura ha decidido mover por fin ficha en el terreno del control de las descargas por Internet, tras más de tres años de infructuosas negociaciones entre las partes, la industria de contenidos y los operadores de acceso (ISP). Y lo ha hecho aprovechando la Ley de Economía Sostenible, en la que se introduce la modificación de las dos leyes fundamentales en la materia: la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (LSSI) y La ley de Propiedad Intelectual (LPI).
En efecto, la disposición final primera de la ley apadrinada por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, modifica las dos leyes citadas “para proteger la propiedad intelectual frente a la piratería en Internet”. La modificación más relevante y que causará más polémica es la introducción en la LSSI de la “salvaguarda de los derechos de propiedad intelectual” como uno de los cinco motivos por los que se puede restringir y, en su caso, interrumpir la prestación del servicio, aunque siempre por la autoridad judicial competente.