Uno de los componentes de nuestros dispositivos móviles que ha experimentado un mayor número de mejoras en los últimos años son las pantallas. Hace tan sólo cinco años la mejor pantalla del mercado contaba con 3.5 pulgadas y 960 x 640 de resolución, actualmente esas serían las características de un terminal de gama media-baja, mientras que los dispositivos más avanzados cuentan ya con pantallas de 5.5 pulgadas y resoluciones 4K.
Pero no sólo se trata de tamaños y resoluciones, otras características como la temperatura de color, la tecnología del panel y el brillo han sufrido evoluciones espectaculares, hasta el punto que las pantallas de nuestros teléfonos móviles casi rozan la perfección. Y aunque aún hay margen de mejora, éste es considerablemente menor que hace unos años. Por lo que hay que preguntarse con que sorprenderán los fabricantes a partir de ahora.
El futuro no pasa por más pixeles sino por nuevas formas de mostrar e interactuar con el medio. Entre los avances que se mueven en esta dirección se encuentran la unión entre los sensores de huellas dactilares y las propias pantallas, las pantallas holográficas, o la flexibilidad de las pantallas aunque tiene tres retos por delante: aumentar la resistencia, incrementar los máximos de curvatura y, el más importante de todos, reducir sus costes de producción.
También encontramos otras tendencias de desarrollo más centradas en la interacción con el medio como pueden ser las pantallas hápticas, capaces de reproducir diferentes texturas sobre el cristal a través de impulsos electrostáticos, o pantallas que serán capaces de medir la temperatura corporal mediante sensores.
Hipertextual (22/11/2015)
http://hipertextual.com/2015/11/futuro-de-las-pantallas
