Nvidia, la compañía más conocida entre el público por su tarjetas gráficas, lleva tiempo trabajando con fabricantes de automóviles para añadir la capacidad de procesamiento adecuada a la nueva época de conducción autónoma. Todos los sensores que un vehículo autónomo envían a las diferentes unidades de procesamiento del vehículo suponen un flujo de datos increíble que analizar. Y entre toda ese océano de datos, los algoritmos operan y deciden qué acciones tomar.
Empresas como Comma.ai han decidido optar por explicar las normas de la carretera a sus plataformas. El vehículo se convierte en una mera —aunque muy compleja— máquina de seguir órdenes introducidas por sus creadores.Decide cuándo girar, acelerar o encender las luces dependiendo de parámetros establecidos.
Nvidia ha optado por eliminar estos patrones, y ha construido un sistema que se retrotrae aún más. Es el mismo vehículo el que aprende a conducir. Al contrario que otros estilos de conducción para coches autónomos, no hemos programado ningún sistema de detección de objetos específico, de mapeado, planificación de ruta o control de componentes en el vehículo. En vez de eso, el vehículo aprende por sí mismo todas las representaciones internas para girar el volante simplemente al observar a vehículos humanos ejecutar la maniobra.
Hay un periodo de educación donde el coche ha tenido que aprender a conducir, causando múltiples “accidentes” en un entorno controlado como es una pista de conos. De esta forma, la conducción se siente más similar a una humana, con casos en los que la lógica se difumina y las decisiones extremas no hacen que el vehículo se quede inmovilizado sin saber qué responder. Por ejemplo: frente a una carretera con conos, el sistema de Nvidia dirige al vehículo en una conducción lenta sobre el césped lateral.
Hipertextual (29/09/2016)
https://hipertextual.com/2016/09/nvidia-coche-autonomo