Analistas echan por tierra las previsiones económicas de los grandes operadores de telecomunicaciones al señalar como ganadores en la guerra por el beneficio en las conexiones M2M de baja potencia (fundamentales en el Internet de las Cosas) a los agentes sin licencia como Sigfox o Lora.
Los operadores de telecomunicaciones, ante la commoditización de su oferta de conectividad actual, sin apenas capacidad de diferenciación y con márgenes cada vez más ínfimos, han encomendado todo su futuro a la llegada del 5G. Y, más específicamente, al universo de aplicaciones que -se supone- utilizarán esta nueva generación de redes en su seno, con el Internet de las Cosas como principal exponente.
La propia Huawei confirmaba hace unas semanas que la industria IoT generará un mercado de 400.000 millones de dólares para el año 2025 a las ‘telco’, frente a los 8.000 millones que estas organizaciones facturan actualmente por estos conceptos. Sin duda, un mercado potencial digno de admirar y en el que depositar todos los sueños y esperanzas… salvo que surjan alternativas a los grandes operadores. Propuestas que, además, no son futuro sino presente y cuyo coste puede ser notablemente inferior al que tendrán que imponer los actores tradicionales para rentabilizar sus inversiones.
“Los proveedores de conectividad que ofrecen alternativas sin licencia de bajo coste a tecnologías móviles como NB-IoT y LTE-M, amenazarán el retorno de la inversión de los operadores”, concluyen los analistas. “Los beneficios de las conexiones de baja potencia sin licencia serán un 102% más altos que los de sus contrapartes tradicionales en el 2022″.
Un ‘sorpasso’ en toda regla en el que tienen mucho que ver factores como que Lora o Sigfox no tienen que hacer frente ni al coste de adquirir espectro ni al desarrollo de nuevas radios. “Las conexiones sin licencia se pueden implementar rápidamente y de manera más eficiente que sus rivales”, añade el equipo de Juniper Research liderado por Sam Barker.
¿Qué salida honrosa le queda a las ‘telco’? Más allá de aliarse con el enemigo (como el acuerdo cerrado entre Telefónica y Sigfox el pasado año), la otra forma de que los proveedores clásicos puedan vencer en esta batalla pasa por ventajas estratégicas como la mayor cobertura estimada del 5G o sus mejores características de latencia y velocidad máxima. En contra, el tiempo que llevará todo el desarrollo de esta nueva generación de redes y el coste imposible de acercarse al de los servicios sin licencia.
TICBEAT(22/02/2018)
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