Las recientes caídas del precio del petróleo en los mercados han sido atribuidas a una serie de factores de oferta y demanda que revelan un mercado bien abastecido, con una oferta sólida que crece en los países ajenos a la OPEP, junto a un crecimiento de la demanda que se debilita en medio mundo, incluido China. El ‘gigante asiático’ se ha convertido en las últimas décadas en el gran motor de la demanda de petróleo global. Ojo al dato: en 1990, China consumía poco más de dos millones de barriles de crudo por día, mientras que en 2023 la media fue de más de 16,5 millones de barriles diarios (el milagro económico de China). Además, aunque China produce petróleo de forma notable, el crudo chino no copa ni el 30% de toda la demanda del país. China depende del petróleo y viceversa. Por ello, cualquier dato o patrón que pueda afectar a la economía china suele tener su repercusión inmediata en los precios de los futuros de petróleo. Imaginen un escenario en el que China llega a su peak oil demand (ya no va a crecer el consumo de petróleo en el país). Esto sería una catástrofe adelantada para el petróleo y la OPEP, que verían como su gran cliente empieza a comprar cada vez menos crudo.
Este escenario podría estar más cerca de lo que parece ante la rápida electrificación de la economía china. Además, según la Agencia Internacional de la Energía ni la India ni África podrán ocupar el papel del ‘gigante’ asiático.
En el mes de julio, los futuros de petróleo luchaban por recuperar los 90 dólares al calor de las tensiones geopolíticas y los recortes de la OPEP. Sin embargo, en poco más de dos meses, el precio del petróleo Brent ha caído con intensidad hasta llegar a perder los 70 dólares por barril ¿Qué está sucediendo en el mercado de crudo? ¿Qué hay detrás de esta caída del ‘oro negro’? ¿Son solo factores temporales los que están dominando el mercado?
China se convirtió en el mayor importador mundial de petróleo crudo en 2017 tras superar a EEUU por dos motivos. Uno porque China crece más deprisa y su consumo energético va ligado al crecimiento del PIB (una parte, al menos). Por otro, porque EEUU produce cada vez más petróleo y necesita importar menos del exterior. Ahora, China representa el 16% del consumo mundial de petróleo crudo, tres veces más que la India. Este fuerte incremento del consumo de crudo vino de la mano de la rápida expansión del coche de gasolina, el camión o la motocicleta en China. Ahora, algo está pasando en China que asusta a los mercados de petróleo. Las previsiones de demanda han sido fuertemente revisadas a la baja, como se puede ver en el siguiente gráfico.
Lo que está sucediendo con China y el petróleo puede ser consecuencia de lago mucho más grande, estructural y disruptivo: un cambio permanente en los patrones de consumo de combustibles ante el rápido giro de los chinos hacia los vehículos eléctricos e híbridos.
elEconomista (26/09/2024)
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