Los dueños de Wallapop, cuya valoración se cifra en 1.000 millones de euros, necesitan dinero para expandirse en Estados Unidos y mejorar sus servidores. Los creadores de una de las apps más exitosas de los últimos tiempos, Wallapop, se están viendo en la necesidad de elevar sus ingresos. Y una de las opciones que barajan es venderla a un comprador interesado en pagar una suma bastante elevada.
La valoración de Wallapop, según fuentes del mercado, ronda los 1.000 millones de euros. Un precio que no está al alcance de cualquiera. Los fundadores de la startup española lo saben y estudian como plan B la posibilidad de incorporar a un socio. Habrá que tener en cuenta la posición de los principales accionistas de Wallapop, entre los que se encuentran fondos de capital privado españoles como Bonsai Ventures e internacionales, como Accel Partners, además de empresas de comunicación como Atresmedia, Zeta o Godó.
La rentabilidad es precisamente el punto flaco de una plataforma que, por lo demás, ha logrado abrirse paso en el duro mercado de la venta online de artículos de segunda mano. Pero con una facturación mínima, será difícil convencer a un potencial comprador de que es posible sacarle rentabilidad al negocio.
Wallapop no cobra una comisión por el anuncio o venta de productos. Eso, que contribuyó junto a su imaginativa promoción a su actual popularidad, es también el mayor problema al que se enfrentan. Hace unos meses, lanzaron un servicio premium por el que -a cambio de 1,99 euros- los usuarios pueden dar visibilidad a sus productos, sin importar el tiempo que lleven anunciados o su categoría.
Si este modelo de ingresos no resulta viable, los dueños de la aplicación de compraventa se plantean incluir el pago móvil con su consiguiente comisión o introducir publicidad en la plataforma, informa La Voz Libre. Sea por la vía que sea, lo cierto es que Wallapop necesita dinero para su expansión en Estados Unidos, donde la startup española se ha unido a Letgo, y para mejorar sus servidores, saturados ante el éxito de la plataforma.
Itespresso (13/10/2016)