El gasto mundial en soluciones de blockchain se duplicará este 2018, y esto es solo el principio de un gran mercado repleto de utilidades para sectores diversos como el sanitario, el financiero y bancario, el de seguros o insurtech, el alimentario o el educativo, todos ellos tocados por la varita de la transformación digital, imparable como un tornado a estas alturas del siglo XXI. En realidad la pregunta es, ¿qué industria no se podrá beneficiar del impacto del blockchain?
Mientras que hace una década la palabra no sonaba ni en una ínfima porción de bocas en comparación con el momento actual, el blockchain -popularizado por la fama emergente, aunque criticada, del Bitcoin y de otras monedas virtuales– viene de la mano de un amplio potencial disruptivo que puede afectar a ámbitos tan dispares como la política, la economía, el comercio, el ocio, la ciberseguridad, la ley, la logística, la posesión de armas, la Inteligencia Artificial, la gestión de equipos empresariales, el almacenamiento cloud o el gaming.
Las cadenas de bloques o libro de contabilidad distribuido (distributed ledger), nombres que también recibe el blockchain, constituyen una base de datos distribuida que registra bloques de información y los entrelaza -mediante apuntadores hash- para facilitar la recuperación de la información y verificar que no se han modificado.
Trasladando esta información a la práctica, la tecnología blockchain permite realizar transacciones o contratos descentralizados, transparentes, abiertos y que blindan la privacidad, garantizando la seguridad extrema y el mismo protocolo para todos los participantes. De hecho ,ya ha sido comparada por expertos con hitos históricos de la innovación como la aparición de Internet.
Entre otras muchas aplicaciones, el blockchain permite llevar a cabo smart contracts o contratos inteligentes, conectar de forma segura los dispositivos ligados al Internet de las Cosas, democratizar el sistema electoral mediante el voto electrónico, mejorar el ecommerce e incentivar la economía colaborativa, valorar la trazabilidad de los alimentos, asegurar operaciones logísticas más eficientes o hacer que el flujo de mercancías y dinero de cualquier proceso comercial sea comprobable en cualquier punto de la cadena de suminstro.
TIC BEAT (05/09/18)
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