Falta menos de una semana para la ansiada cuenta atrás del lanzamiento del primer satélite del mundo con conectividad 5G. Eso ocurrirá el próximo 20 de marzo, a las 07:07 hora española, y el mérito corresponde a la compañía española Sateliot. Hasta la fecha, no se ha realizado nada parecido en la historia de las telecomunicaciones satelitales y, por lo tanto, supone un hito que presumiblemente catapultará el negocio de un operador especializado en conectar cualquier objeto -desde cualquier rincón del planeta- con las redes de 5G.
La puesta en órbita se realizará desde la base de Baiknour (Kazajistán) y el nombre oficial del nanosatélite -del tamaño de un pequeño horno microondas- es 3B5GSAT. En esta tarea desempeña una tarea crucial la también empresa española Open Cosmos, proveedor que se encargará de la misión de principio a fin, desde el diseño del nanosatélite, la fabricación, concesión de licencias, logística, lanzamiento y operativa una vez en órbita.
Tras el primer satélite vendrá un segundo y después vendrán los siguientes, así hasta alcanzar un centenar en los próximos años. Cuando eso suceda, Sateliot “habrá logrado democratizar el Internet de las cosas (IoT) con cobertura 5G”, según explica Jaume Sanpera, consejero delegado de Sateliot, en declaraciones a elEconomista. Esa conectividad se realizará sobre la banda de frecuencias S, de 2 GHz. A grandes rasgos, se trata de disponer de una estación base de telefonía, compatible con los estándares del IoT, a 500 kilómetros de distancia.
El servicio comercial está previsto para 2022, una vez que ya exista una constelación de satélites lo suficientemente generosa. No obstante, la Generalitat catalana ya destaca entre los primeros clientes de Sateliot. Las posibilidades de negocio se presumen colosales, ya que apenas el 10% de la superficie terrestre tiene cobertura móvil, frente al 90% restante sin ningún tipo conectividad.
Y es precisamente en esos territorios donde adquiere especial relevancia “la infraestructura de última generación de Sateliot como complemento de los operadores tradicionales, que permite hiperconectar el universo del IOT con la llegada del 5G”, según explica la empresa. Las mismas fuentes apuntan que este primer nanosatélite permitirá a la compañía hacer pruebas de campo en entornos reales, lo que proporcionará información muy útil.
“Hemos desarrollado una tecnología única en el mundo”, señala Santera, quien destaca la posibilidad de ofrecer conectividad para los objetos en cualquier zona remota del mundo. “Es absolutamente disruptivo ya que se podrá controlar desde una bicicleta, un perro, campos de cultivo, contenedores, infraestructuras, vías ferroviarias o hasta un oso en los Pirineos”, añade el directivo.
De esa forma, cualquier empresa puede dotar de conectividad sus dispositivos con un precio aproximado anual de 48 euros, sin barreras de entrada y perfectamente compatible con los estándares del mercado. La compañía radicada en Cataluña, considerada una de las diez startups con mayor potencial de crecimiento del sector aeroespacial, confía en cerrar 2025 con unos ingresos de 236 millones, con un centenar de empleados.
Con esos objetivos, Sateliot ha completado ya dos ampliaciones de capital. La primera, por valor de un millón de euros aportados por los propios fundadores y la segunda, que se cerró en plena pandemia, por valor de 1,4 millones, suscrita por la sociedad gestora especializada en venture capital ‘Capitana Venture Partners’, así como el management.
EL ECONOMISTA (15/03/2021)
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