Una única dosis oral de azul de metileno es capaz de propiciar una mayor actividad (captada mediante resonancia magnética) en áreas del cerebro que controlan la memoria de corto plazo y la atención, según las conclusiones de un nuevo estudio.
El azul de metileno se emplea como colorante quirúrgico, y también para tratar la metahemoglobinemia, una alteración sanguínea en la que el oxígeno no puede liberarse de forma efectiva en los tejidos corporales.
En pruebas con animales ya se comprobó tiempo atrás que una única dosis baja de azul de metileno mejora la memoria contextual de largo plazo (la capacidad de rememorar conscientemente el origen y las circunstancias de un recuerdo específico), así como la extinción de recuerdos que ya no son útiles (el proceso en el que una respuesta condicionada a partir de ciertos estímulos disminuye gradualmente con el paso del tiempo después de que dichos estímulos hayan dejado de estar relacionados con aquello a raíz de lo cual se generaba la respuesta condicionada.
Sin embargo, no han sido investigados los cambios neuronales subyacentes en el cerebro y que son responsables de la mejora en la memoria, ni los efectos del azul de metileno en la de corto plazo y en las tareas que requieren una atención continuada.
El equipo de Timothy Q. Duong, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en San Antonio, Texas, Estados Unidos, decidió llevar a cabo el primer estudio de su tipo sobre el azul de metileno en humanos.
Este consistió en un ensayo clínico para medir los efectos del azul de metileno en el cerebro humano durante la realización de tareas relacionadas con la memoria de trabajo y la atención continuada.
Los participantes fueron sometidos a un escaneo por resonancia magnética funcional (fMRI) antes y una hora después de la administración de azul de metileno o de placebo, para evaluar los efectos potenciales del primero en la reactividad cerebrovascular durante las tareas. Se midió el flujo medio cerebral de sangre antes y después de la intervención.
Los resultados mostraron que el azul de metileno incrementó la respuesta en la corteza insular bilateral, un área profunda dentro del cerebro asociada con las respuestas emocionales, durante una tarea en la que se midió el tiempo de reacción ante estímulos visuales. Los resultados del escaneo mediante resonancia magnética funcional (FMRI) también mostraron una respuesta aumentada durante tareas de memoria a corto plazo que implicaban a la corteza cerebral prefrontal, que controla el procesamiento de los recuerdos, el lóbulo parietal, asociado principalmente con el procesamiento de información sensorial, y la corteza occipital, el centro de procesamiento visual del cerebro.
Además, el azul de metileno estaba asociado con un 7 por ciento de aumento en las contestaciones correctas al rememorar recuerdos.
Noticias de la ciencia (29/06/2016)
http://noticiasdelaciencia.com/not/20172/-un-colorante-para-mejorar-la-memoria-a-corto-plazo-/