Los semiconductores se han consolidado como la columna vertebral de sectores estratégicos como la automoción, telecomunicaciones, defensa, energía o inteligencia artificial. Conscientes de su importancia, nueve países europeos —entre ellos España— han entregado a la Comisión Europea una Declaración conjunta para guiar la revisión de la Ley de Chips de la UE. El documento reclama una posición europea sólida en esta industria clave para la competitividad y la resiliencia económica.
Entre las prioridades se incluyen: reforzar la colaboración entre industria, investigación y pymes, armonizar la financiación europea y nacional, acelerar proyectos estratégicos con mayor participación privada, impulsar la formación de talento especializado, promover el desarrollo de chips sostenibles para la transición ecológica, y fortalecer la colaboración internacional para garantizar cadenas de suministro resilientes.
La Declaración cuenta además con el respaldo del sector privado, que subraya su compromiso con los objetivos de la Ley de Chips.
España consolida su estrategia con el PERTE CHIP y la SETT
En el caso español, la apuesta se materializa a través del PERTE CHIP, dotado con más de 12.000 millones de euros, que busca impulsar un ecosistema nacional de semiconductores en toda la cadena de valor.
A esta iniciativa se sumó en 2024 la creación de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), entidad pública que gestiona el fondo del PERTE CHIP junto con otros programas como Next Tech y el Spain Audiovisual Hub. La SETT facilita la financiación y fomenta la coinversión público-privada en tecnologías disruptivas, reforzando así el papel de España en la nueva economía de los chips.
IT USER (01/10/2025)
Más información aquí
