Pedro Sánchez acaba de presentar el “Plan para reforzar el Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación en España” que prepara el ejecutivo. Rodeado por varios ministros del Gobierno, autoridades científicas y empresariales y una representación de algunos investigadores jóvenes y consagrados, Sánchez ha detallado los pilares del paquete de medidas que quiere aprovechar el momento actual para “reinventar” el país y poner “la ciencia en el centro de modelo productivo”.
Entre 2020 y 2021 el Gobierno inyectará 1.056 millones de euros en el sistema (396 millones este año) de forma excepcional para impulsar las medidas que hoy se presentan. Eso sí, como el mismo Sánchez ha reconocido, es “un plan que se centra en lo urgente” y, en este caso, todo parece indicar que está en lo cierto. Aunque conecta con la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación y aborda algunos problemas importantes, lo cierto es que no podrá abordar lo ‘importante’, los principales problemas de la ciencia española.
El plan articulará sus 17 medidas fundamentales en torno a tres ejes prioritarios: el primero es la investigación e innovación en salud. El ejecutivo quiere redirigir recursos y reforzar el Instituto de Salud Carlos III (dependiente del Ministerio de Ciencia) para convertirlo en el centro de investigación médica de referencia en el país. Además, se ha comprometido a lanzar una Estrategia Española de Medicina Personalizada y reformar la Ley de Investigación Biomédica de 2007.
De esta manera, pretenden reforzar las áreas de investigación epidemiológica y de medicina preventiva (“reforzar infraestructuras de alta seguridad biológica para ensayos preclínicos” y crear nuevas plataformas y laboratorios) con la idea de “mejorar las capacidades de España frente a crisis sanitarias como la del SARS-CoV-2”.
El segundo eje tiene que ver con “transformar el sistema español de ciencia” y tecnología. En las últimas semanas se ha hablado mucho de las reformas en las que se trabaja en el Ministerio de Universidades de Castells (y que, finalmente, se vio obligado a paralizar); ahora el Ministerio de Ciencia, con Pedro Duque a la cabeza, quiere reformar la Ley de la Ciencia de 2011 para estabilizar la carrera científica, aumentar la dotación y desatrancar convocatorias de proyectos de investigación. De esta forma, quieren ser competitivos en el “mercado del talento”, reteniendo y atrayendo todo el talento posible.
Por último, el tercer eje está relacionado con la innovación empresarial y su conexión con el sistema de ciencia y tecnología. Según han explicado, el Gobierno quiere impulsar la capacidad innovadora de las empresas (duplicando en los próximos tres años las ayudas a la I+D+i empresarial), favorecer la colaboración público-privada (sobre todo, en el sector del automóvil y la ingeniería aeronáutica) e impulsar la transferencia de conocimientos y tecnología desde los centros de investigación hacia la industria y las pequeñas y medias empresas.
XATAKA (09/07/2020)
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