Las diez predicciones de Deloitte sobre el futuro de la tecnología

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El avance tecnológico está en continuo desarrollo y evolución para llegar a afectar cada vez más a todos los rincones de la sociedad y la industria. Tanto es así, que la línea que separa la tecnología, los medios de comunicación y las telecomunicaciones es cada vez más estrecha siendo la superposición de materias entre estos tres sectores cada vez mayor.

Comprender cómo la relación del usuario con la tecnología, lograr una mayor y mejor conexión, mejorar los sistemas de ciberseguridad, o basar el crecimiento de los servicios informáticos como servicio se antoja vital para que las empresas sean capaces de adecuarse y optimizarse a las tendencias de los próximos años. Así lo recoge el informe Predicciones TMT 2017 de Deloitte que recoge cuáles son las diez tendencias que marcarán el futuro de diversas industrias y que han presentado hoy Concha Iglesias y Fernando Huertas, socios de la compañía.

Auge de la seguridad biométrica

El lector de huellas comenzó siendo un sistema casi exclusivo de los smartphones de gama alta, sin embargo, durante el 2017 se irá extendiendo al resto de teléfonos inteligentes de gama media, lo que disparará su uso y será un sistema de seguridad más adoptado y habitual entre los usuarios. Este auge de la seguridad biométrica hará no sólo que el usuario poco a poco confíe en otro sistema al margen de su contraseña para acceder a servicios, sino que sean los propios servicios los que den la opción de identificarse gracias a sistemas biométricos.

Este sistema no sólo está llegando a los smartphones sino que se ve cada vez más en una variedad de dispositivos como ordenadores o tablets, con lo que “a medida que crece la ubicuidad del lector de huellas dactilares, se espera una creciente proporción de aplicaciones y sitios web para tecnología, principalmente como una alternativa a la entrada de contraseña”, explica el informe de Deloitte.

La usabilidad de la huella es sólo el primer paso. El estudio estima que el uso gracias a los teléfonos llegará a la masa y disipará algunos de los tabúes asociados con la provisión de información biométrica, lo que permitirá desarrollar y mejorar este tipo de tecnología, requerir información biométrica adicional (como escáner de iris) y poder implantar esta tecnología en soportes menos habituales hasta ahora como cajeros automáticos o pagar por la comida.

Los ataques DDoS, amenaza creciente

Con una sociedad cada vez más conectada, los ataques a través de denegación del servicio (DDoS) se irán haciendo más frecuentes y a mayor escala cada vez, con lo que serán más difíciles de mitigar. Esta amenaza mayor se deberá a la creciente base de dispositivos conectados (internet de las cosas -IoT-) sin la seguridad suficiente, la posibilidad de ejecutar ataques de malware de forma más fácil sin necesidad de tanto conocimiento técnico así como la disponibilidad de un cada vez mayor ancho de banda. Los ataques DDoS están destinados a tumbar un sitio específico, ya sea una tienda, una web gubernamental o un medio. Lo hacen a través de cargar un gran número de peticiones de conexión a un servidor hasta que lo colapsan. De este modo, si tenemos cada vez más dispositivos y con mejor conexión conectados, la exposición será mayor.

El estudio avisa de que aunque los ataques DDoS no son nuevos per se, la escala potencial del problema sí debe ser un factor clave a tener en cuenta para cualquier organización que dependa de Internet. “Las entidades deben permanecer alerta” por lo que Deloitte recomienda descentralizar servicios, contratar un volumen de banda mucho mayor del necesario, realizar pruebas, mantener una defensa dinámica para no ser predecibles, pensar un plan B por si la entidad se va a offline, proteger la seguridad de todos sus productos, detectar las fallas que pueda tener su sistema y llegado el caso, pedir a las operadoras filtrar el tráfico por país si es necesario.

Coches más seguros

Aunque en boca de muchos está la conducción autónoma como sistema perfecto para reducir las muertes en carretera, el estudio de Deloitte predice que de aquí a 2022 los fallecidos en accidente de tráfico podrían caer un 16% gracias a la implantación de nuevas tecnologías asistenciales de conducción. En concreto, ve fundamental el frenado automático de emergencia (AEB por sus siglas en inglés), las cámaras, sensores y sistemas de imagen. Éstos llegarán a una sexta parte de los automóviles en EEUU, lo que podrá salvar miles de vidas.

Y es que del mismo modo que el airbag resultó una auténtica revolución para la seguridad vial a partir de la década de los 70, este tipo de tecnología reducirá el riesgo de accidentes en gran medida. Destaca el poder que tendrá el AEB que reacciona en milisegundos y reduce los metros que recorre el coche antes de frenar, con lo que no sólo se evitarían accidentes, sino que se minimizaría el impacto de los mismos.

Para implantar este sistema de frenado también será necesario dotar a los vehículos con cámaras, radares y procesadores lo que no sólo disparará el despliegue tecnológico en la industria del automóvil, sino que irá abriendo poco a poco el camino hacia la conducción autónoma por parte de los fabricantes.

5G: revolución en la evolución

Muchos de los cambios en la tecnología que está por venir estarán fundamentados en una buena conexión, para lo que será clave que en 2017 se den “pasos tangibles significativos hacia el lanzamiento del 5G”, indica Deloitte. Pero, ¿por qué será importante la conexión de quinta generación? El estudio asegura que la velocidad que se conseguirá con esta conexión ofrecerá una capacidad 10 veces al actual estándar 4G con lo que se podrá obtener una menor latencia en las conexiones, un soporte destinado al internet de las cosas y aprovechar mejor ancho de banda gracias al espectro.

La menor latencia permitirá una respuesta más rápida de aplicaciones así como hará más viable el control y movimiento de las máquinas. Lo que, supondrá “un impacto como el big bang”, señala el estudio.

Antes de llegar a un despliegue completo del 5G se darán pasos intermedios de mejora del actual 4G con conexiones LTE-A y LTE-A Pro, un tipo de conexiones que harán que se le pueda sacar todo el partido al 4G antes de que llegue la verdadera revolución de la conexión ultrarrápida que supondrá el 5G. Los datos que pueden ofrecer la nueva conexión 5G a las operadoras y empresas pueden convertirse en fundamentales para conocer el comportamiento de sus usuarios, gestionar mejor los recursos de red así como les permitirá conocer la demanda de dispositivos conectados al internet de las cosas y ofrecer una conexión de baja frecuencia pero que siempre esté online.

En esta línea, este aumento de la capacidad de las redes también implicará una caída del coste por gigabyte, con lo que las compañías también deben considerar cómo las descargas más rápidas y de menor coste, servirán como aliadas de unos teléfonos inteligentes de mayor capacidad, que pueden cambiar los hábitos de uso y desarrollar el mercado de soluciones móviles.

Machine learning desde el móvil

En paralelo con la mejora de la conectividad, se estima que durante el 2017 se vendan 300 millones de smartphones con capacidades de aprendizaje sobre el comportamiento del usuario, lo que permitirá que los teléfonos mejoren sus tareas sin necesidad de estar conectados a la red. Estas tareas están concebidas del mismo modo que se articula un cerebro humano, con lo que en base de los elementos que emplea el usuario, se define un resultado u otro.

A medida que los dispositivos móviles se vuelven más capaces de realizar tareas de aprendizaje hay implicaciones interesantes para la industria como ahorrar datos móviles para realizar gestiones o salvar batería en función del uso. Sin embargo, si este método de aprendizaje presente en los smartphones se amplía a otros dispositivos conectados, con tan sólo el smartphone el usuario será capaz de relacionarse mejor con otros objetos y así disparar sus funcionalidades.

“A corto plazo, la mayor parte de la capacidad de aprendizaje estará en los dispositivos de consumo como teléfonos inteligentes y tabletas. Pero con el tiempo las aplicaciones para dispositivos del internet de las cosas podrán ser más transformadoras. Los vehículos autónomos tendrán la capacidad de aprendizaje durante todo el tiempo y no sólo cuando las señales de conexión sean fuertes”, apunta el estudio elaborado por la consultora.

Sistemas de navegación, al fin, en interiores

Aunque durante los últimos años se ha avanzado exponencialmente en los sistemas de satélite basados en posicionamiento GPS, este sistema tiene un vacío especialmente grande: los interiores de edificios. Los sistemas de navegación han revolucionado la manera en la que la gente se relaciona con diferentes localizaciones pero los techos sólidos hace que todavía existan más de 24.000 kilómetros considerados como puntos ciegos al tratarse de localizaciones interiores, lugares en los que las personas hacen gran parte de su día a día.

La localización de interiores crecerá gracias a dos fuentes principales: los routers WiFi y las estaciones base móviles lo que permite determinar la distancia de los usuarios con estas en un rango específico. De este modo, se puede proceder al mapeado de interiores gracias a los posicionamientos que devuelven dichas fuentes de conexión.

El acceso a sistemas de navegación en interiores permitirá mejorar servicios de emergencia, mejorar la situación de los minoristas en el tiempo invertido en su negocio gracias a, por ejemplo, dotar de información útil en centros comerciales e incluso se pueden trazar el posicionamiento de los usuarios en determinadas situaciones para así aprovechar esos datos y actuar para satisfacer demandas puntuales (comercios, viajes, convenciones, comunicaciones o incluso videojuegos).

“El potencial de una navegación interior precisa es significativo y podría ser transformador. Es probable que beneficie a la mayoría de los sectores verticales y tenga repercusiones en  gobiernos, empresas y consumidores. Sin embargo, será un reto ofrecer la precisión de la información obtenida y es probable que sea incoherente en el corto plazo”, explican desde Deloitte.

La televisión sigue siendo un medio fuerte de consumo e inversión publicitaria

Los hábitos de consumo han cambiado y la batalla entre el visionado de contenido a través de la televisión a través de plataformas online tiene un caballo de batalla común: la publicidad. Para ciertas categorías publicitarias, especialmente para construir marcas o lanzar nuevos productos, la televisión tradicional sigue siendo superior que el vídeo en línea, sin embargo, esta última forma de ver contenido audiovisual ya ha atrapado mayoritariamente a los jóvenes de entre 18 y 24 años, el que será el principal consumidor a corto plazo.

El cambio de tendencia no es tan brusco como se esperaba hace unos años y, aunque la inversión publicitaria en la televisión tradicional se ha estancado, todavía supone un amplísimo grueso aprovechable para las marcas que cuentan con un escaparate de 1.800 horas anuales de promoción para los adultos norteamericanos, según el informe.

Por otra parte, el contenido online se basará especialmente en series y programas guionizados que no sólo dispararán durante este año la variedad de programación con más de 500 tipos de shows, sino que también supondrá aumentar el gasto de 20.000 millones de inversión para desarrollarlos.

La tablet agoniza

Deloitte apunta a que el mercado de tablets seguirá reduciéndose durante este año. En concreto, se espera que las ventas de estos dispositivos no lleguen a los 165 millones de unidades, casi un 10% menor a los 182 millones de unidades vendidas durante el 2016.

La consultora explica que este freno en las ventas de las tabletas responde a que los teléfonos son cada vez más grandes y los portátiles más ligeros y ambos permiten realizar más funciones de las que se pueden llevar a cabo en un tablet. “Aunque un niño de menos de 10 años puede usar una tablet, la usará menos cuando se convierta en adolescente (…) no hay una sola actividad en la que las tablets sean el dispositivo preferido”, explica el informe. Y es que en 14 categorías de apps los norteamericanos siempre prefieren el smartphone por encima de la tablet salvo en el vídeo online, donde ambos dispositivos empatan.

Es más, no sólo el ordenador y el smartphone superan a las tablets como sistemas con más horas de uso, sino que el auge de las televisiones conectadas han hecho que las tablets pasen a un segundo plano hasta para ver streamings o programas a través de servicios en línea.

El poder de la nostalgia: el resurgir del vinilo

Pese a que la música se ha digitalizado al completo y el streaming es la tendencia absoluta, se da la situación de que también está experimentando un gran crecimiento una tecnología que se consideraba obsoleta hasta hace poco tiempo: el vinilo. Este tipo de soporte para escuchar música se ha convertido en un nicho que no sólo atrae a los más melómanos, sino también a una parte importante de la industria.

El hecho de reproducir un disco puede considerarse como sofisticado por parte de los entusiastas, pero probablemente sea demasiado engorro para buena parte de los aficionados a la música. Con esto, Deloitte explica que el negocio del vinilo puede ser un arma de doble filo. Y es que aunque crear negocio en torno al vinilo puede ser rentable a corto plazo, centrarse en la venta de este tipo de soporte puede suponer basar el negocio en una moda pasajera.

Pese al auge del vinilo, el futuro de la música será completamente digital. El informe advierte que todavía quedan huecos para aprovechar elementos fundamentales de la industria que todavía no están digitalizados, mientras que el vinilo gozará de una cantidad menor de fans conforme pase el tiempo.

Informática como servicio

Deloite predice que para finales del 2018 el gasto en sistemas de informática como servicio rondará los 550.000 millones de dólares en todo el mundo, casi el doble que los 361.000 millones de dólares que se estiman invertidos durante el 2016. Con esto, cambiará el paradigma de las soluciones informáticas de las empresas que podrán avanzar de forma más rápida en la digitalización.

Históricamente las empresas compraban el hardware informático, de telecomunicaciones y el software para proveer a sus empleados de la conectividad necesaria para llevar a cabo las tareas del día a día. Ahora, gracias a la concepción de la informática como servicio y a la adopción de nuevos sistemas de conexión las empresas no se ven obligadas a tener que comprar este tipo de sistemas sino que se basan directamente en la contratación de soluciones. Ajustando así presupuestos y pagando exactamente por lo que se usa, sin desaprovechar equipos.

De este modo, las empresas comenzarán a contemplar la contratación de opciones en la que se compren directamente el acceso a centros de datos, software o servicios flexibles en función de sus necesidades. Mientras que por otro lado los proveedores tendrán que ser capaces de hacer frente a las necesidades empresariales particulares de cada una de las compañías para brindar un buen servicio así como una fácil contratación de los productos.

“El crecimiento continuo de la adopción de modelos flexibles por parte de los consumidores y pequeñas empresas, así como el atractivo coste equiparable con el uso, ejercerá una presión al alza sobre el uso de las grandes empresas de este modelo de servicio en  consonancia con el consumo más amplio de esta tendencia de sistemas”, detallan desde Deloitte.

El Economista (17/02/2017): http://www.eleconomista.es/tecnologia/noticias/8159933/02/17/Las-diez-predicciones-que-marcaran-el-futuro-de-la-tecnologia-medios-y-telecomunicaciones.html#Comentarios

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